Hace varios años, un kiosko del barrio tenía unas latas viejas (las de galletitas), que ya parecían no tener arreglo.
La amorosa dueña del kiosko guardaba estos tesoros en unos estantes, sin saber mucho que destino darles.
Mi radar las detectó y le ofrecí comprarle un par timidamente. Accedió y me las vendió por practicamente nada.
El estado no era el mejor y el exterior estaba muy arruinado. Así que las lavé, las pinté con antióxido, con acrilico, les agreguè imagenes y las craquelè.
Así quedaron.
A esta altura debo confesar que amo a Alphonse Mucha. Mi artista favorito, cuyas imágenes honran mi lata.
http://es.wikipedia.org/wiki/Alfons_Mucha
http://www.muchafoundation.org/MHome.aspx
La otra lata (verde), más renacentista, tiene imágenes de Miguel Angel.
Una guarda retazos de telas y la otra, velas.
Arte cotidiano...
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